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Los pre y probióticos podrían tener un efecto beneficioso para la mejora del sueño

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El posible vínculo entre la microbiota intestinal y el sueño está emergiendo, por lo que los prebióticos y los probióticos podrían encontrar su lugar para ayudar a conseguir un sueño natural.

Las personas son cada vez más conscientes de los efectos perjudiciales de no dormir lo suficiente, desde la función cognitiva deteriorada hasta el aumento de peso.

El eje del intestino-cerebro, esa interacción bidireccional entre el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso, está ganando cada vez más atención por parte de los científicos. La investigación está vinculando la microflora intestinal a una variedad de indicaciones de salud, desde el estado de ánimo general a niveles más bajos de ansiedad y depresión.

La evidencia en la literatura científica muestra que la privación parcial del sueño puede cambiar la microbiota, mientras que el desfase horario y el trabajo por turnos también pueden producir disbiosis, que a su vez puede promover la obesidad y la intolerancia a la glucosa.

Estudios de intervención

A pesar de su creciente interés, se han publicado pocos ensayos clínicos reales que exploran el potencial de la modulación de la microbiota intestinal a través de prebióticos o probióticos en la calidad del sueño.

Un artículo reciente publicado en Beneficial Microbes informó que los suplementos diarios de un producto de leche fermentada con Lactobacillus casei cepa Shirota (la cepa “Yakult“) se asociaron con una mejor calidad del sueño para los estudiantes de medicina en el momento de sus exámenes nacionales.

“Los hallazgos actuales sugieren que el consumo diario de Lactobacillus casei cepa Shirota puede ayudar a mantener la calidad percibida del sueño durante un período de aumento de estrés al evitar una disminución en el porcentaje de sueño fase 3 no REM”, escribieron los investigadores japoneses.

“Hasta donde sabemos, este es el primer informe que muestra claramente los efectos beneficiosos de los probióticos en el sueño mediante cuestionarios subjetivos y medidas objetivas de EEG. Debido a la complejidad de las interacciones entre los probióticos y el huésped, los mecanismos completos de acción de los probióticos permanecen desconocidos”.

Otro estudio, esta vez mirando los efectos de los prebióticos en la calidad del sueño, se publicó en Frontiers in Behavioral Neuroscience en enero. Científicos de la Universidad de Colorado en Denver, la Universidad de California, San Diego y Mead Johnson Nutrition informaron que suplementar la dieta de las ratas de laboratorio con galactooliosacáridos y polidextrosa, más lactoferrina y la membrana de glóbulos grasos de la leche, puede mejorar el sueño no REM en los primeros años de vida y dar lugar a un rebote más rápido en el sueño REM después del estrés.

“Además, las ratas que consumían la dieta de prueba tenían un aplanamiento atenuado, inducido por el estrés, del ritmo diurno de la temperatura corporal central y estaban protegidas de la disminución, inducida por el estrés, en la diversidad alfa microbiana intestinal”, escribieron los científicos.

“Estos datos son los primeros en mostrar que una dieta rica en prebióticos puede modular el ciclo de sueño/vigilia tanto antes como después del estrés e inducir efectos de protección contra el estrés en la fisiología diurna y la microbiota intestinal”.

Actualmente se están realizando otros ensayos con el sueño como consideración. Por ejemplo, científicos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill están explorando el papel de los probióticos en trabajadores de turnos ocupacionales, mientras que científicos de la Universidad de Uppsala en Suecia realizan un estudio que investiga los efectos cognitivos y metabólicos de un suplemento probiótico específico, considerando los patrones de sueño como un resultado secundario.

El reclutamiento de participantes también está en marcha por científicos de la Universidad de Ohio sobre cómo los probióticos pueden mejorar la calidad de vida en niños con trastornos del espectro autista. Se les pedirá a los padres que evalúen los hábitos de sueño de sus hijos.

“Es muy posible que los probióticos bajo ciertas circunstancias puedan mejorar la calidad del sueño, y si profundizamos más, podría ser un área fructífera de futuras investigaciones”.

Referencias

Takada M, Nishida K, Gondo Y, Kikuchi-Hayakawa H, Ishikawa H, Suda K, Kawai M, Hoshi R, Kuwano Y, Miyazaki K, Rokutan K. Beneficial effects of Lactobacillus casei strain Shirota on academic stress-induced sleep disturbance in healthy adults: a double-blind, randomised, placebo-controlled trial. Benef Microbes. 2017 Apr 26;8(2):153-162. doi: 10.3920/BM2016.0150.

Thompson RS, Roller R, Mika A, Greenwood BN, Knight R, Chichlowski M, Brian M. Berg BM, Fleshner M. Dietary Prebiotics and Bioactive Milk Fractions Improve NREM Sleep, Enhance REM Sleep Rebound and Attenuate the Stress-Induced Decrease in Diurnal Temperature and Gut Microbial Alpha Diversity. Front Behav Neurosci. 2017;10: 240. doi:  10.3389/fnbeh.2016.00240.

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