Los prebióticos en la vida temprana podrían aliviar los trastornos de sueño

Complementar la dieta temprana de la vida con prebióticos puede aumentar el crecimiento de bacterias selectivas en el intestino y aliviar trastornos del sueño causados por el estrés, dice este estudio.

Una dieta rica en galactooligosacáridos, polidextrosa, lactoferrina y membrana del glóbulo graso de la leche condujo a una mejor respuesta al estrés, incluyendo un sueño REM menos perturbado, un sueño mejorado no REM y una menor interrupción de los ritmos diurnos, según los resultados de un estudio con ratas de laboratorio publicados en Frontiers in Behavioral Neuroscience.

“Dado que un suficiente sueño NREM y una nutrición adecuada puede afectar el desarrollo y la función del cerebro y que los problemas del sueño son comunes en la primera infancia, es posible que una dieta rica en prebióticos en la primera infancia pudiera ayudar a mejorar el sueño, a apoyar la microbiota intestinal y a promover la óptima salud psicológico/cerebral”, escribieron los investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder y Denver, UC San Diego, y Mead Johnson Nutrition.

El estudio se suma al cuerpo cada vez mayor de la ciencia que apoya los efectos de la microbiota intestinal en el cerebro, en el eje del intestino-cerebro.

“Todos podemos apreciar que el estrés afecta la función gastrointestinal y de manera similar cuando el intestino se altera, la tolerancia al estrés y los patrones de sueño pueden verse afectados.

Los investigadores en este estudio preclínico en ratas han tratado de explorar esas interacciones con un enfoque novedoso. Utilizaron una dieta enriquecida con prebióticos diseñados para mantener una flora intestinal sana y para explorar el impacto del estrés en los biorritmos, los patrones de sueño y el microbioma. La hipótesis fundamental era que, al nutrir con bacterias simbióticas el intestino, el impacto negativo del estrés se atenuaría.

“La dieta de prueba – una mezcla de prebióticos (GOS, polidextrosa) y glicoproteínas (lactoferrina, membrana de glóbulos grasos de leche) se dio a ratas jóvenes durante un protocolo de 50 días. La dieta fue exitosa en elevar los niveles de Lactobacillus rhamnosus (bacterias beneficiosas) cuatro veces y mantener un microbioma intestinal sano y diverso, al tiempo que promovió una tolerancia mejorada a la influencia perturbadora del estrés en los patrones de sueño y biorritmos”, dijeron los autores.

Detalles del estudio

Los investigadores alimentaron a las ratas macho F344 con una dieta con o sin el prebiótico adicional durante 70 días a partir de los 24 días de edad. El día 87, los animales recibieron pequeños choques eléctricos por los que fueron expuestos a un estrés agudo (descargas eléctricas en sus colas).

Los resultados mostraron que las ratas alimentadas con la dieta prebiótica fueron impactadas menos por el factor estresante, incluyendo un aumento en el rebote del sueño REM, una disminución de la interrupción del ritmo diurno y una mayor diversidad de microbiota en comparación con las ratas alimentadas con la dieta no suplementada.

Además, los animales alimentados con prebióticos habían mejorado el sueño no REM, que estaba relacionado con los cambios en un filo específico de bacterias llamadas Deferribacteres, dijeron los investigadores.

“La ingestión de prebióticos se ha informado anteriormente que aumenta varias especies de Lactobaccilli”, escribieron los investigadores. “Nuestros resultados verifican que la ingestión de la dieta de prueba, en comparación con la dieta de control, fue eficaz en el aumento de L. rhamnosus. No hay estudios previos, a nuestro conocimiento, probando el impacto de los prebióticos en la fisiología del sueño”.

“Así, a la luz de nuestros hallazgos recientes y trabajo previo, parece que la administración de probióticos o la modulación de la microbiota intestinal con una dieta rica en prebióticos puede afectar el sueño [no REM]. Claramente, se necesita más investigación para comprender mejor cómo los prebióticos afectan la microbiota intestinal y cómo esto se relaciona con el ciclo sueño/vigilia.

La lactoferrina y la membrana de los glóbulos grasos de la leche no solo aumentan las especies benéficas en el intestino, sino que también pueden afectar directamente al desarrollo y la función cerebral, dijeron los investigadores, “aunque esta posibilidad necesita más pruebas y sigue siendo desconocida”.

Referencia

Thompson RS, Roller R, Mika A, Greenwood BN, Knight R, Chichlowski M, Berg BM, Fleshner M. Dietary Prebiotics and Bioactive Milk Fractions Improve NREM Sleep, Enhance REM Sleep Rebound and Attenuate the Stress-Induced Decrease in Diurnal Temperature and Gut Microbial Alpha Diversity. Front Behav Neurosci. 2017, 10:240. doi: 10.3389/fnbeh.2016.00240.